A los niños les encanta la magia. Les gusta verla y disfrutan presentándola ante amigos y familiares. Joshua Jay, que empezó a practicar magia a los 7 años y a los 16 ganó las Olimpiadas de la Magia, te presenta Magia grande para manos pequeñas, un libro para lectores a partir de 7 años en el que encontrarás 25 asombrosas ilusiones con las que maravillar a públicos de todas las edades.
Magia grande para manos pequeñas es un libro de gran formato, profusamente ilustrado y de fácil lectura, repleto de ilusiones sencillas de preparar pero de gran impacto. Entre otros milagros, aprenderás a hacer que tu hermana levite y a escaparte de ataduras como lo hacía Houdini. Sorprenderás a pequeños y grandes con juegos fáciles de hacer y pensados para presentarlos en cualquier momento y lugar. Joshua Jay te enseña paso a paso todo lo que necesitas saber para adentrarte en el maravilloso mundo de la ilusión, desde el juramento que pronuncian todos los magos hasta cómo vencer los nervios ante el público.
Joshua Jay es mago profesional y consultor mágico para cadenas de televisión (HBO, productora de Juego de Tronos) y para fabricantes de juegos y juguetes. Columnista habitual de la revista Magic, ha sido cabeza de cartel en el prestigioso Castillo Mágico de Hollywood. En 2012 recibió el premio al Mago del Año de la Society of American Magicians.
INTRODUCCIÓN PARA PADRES
Bueno, tu hijo te ha salido mago. ¡Enhorabuena! Pronto verás que empezará a pasar un montón de tiempo actuando, ensayando y pensando en magia. ¿Y sabes qué? Que tú también. Probablemente nunca hubieras imaginado que llegarías a ser ayudante de un mago, pero la magia te brindará una oportunidad maravillosa para compartir una afición con tu hijo. Algunos de mis recuerdos más bonitos provienen de momentos que pasé practicando ilusiones nuevas con mi madre o actuando durante mi primer espectáculo sobre el escenario mientras miraba de reojo a mi padre, que me grababa con la cámara de vídeo.
Pero la magia es mucho más que bonitos recuerdos. Es un arte que da grandes satisfacciones, que te enriquece, que te devuelve tanto como inviertas en él, y que para muchos como yo representa una historia de amor que dura toda una vida. Gracias a la magia tu hijo desarrollará habilidades fundamentales. Leerá, ensayará, resolverá problemas, construirá accesorios, y se relacionará con con otros niños y aficionados a la magia y todo para ofrecer una buena actuación. Tu hijo aprenderá a hablar en público muy bien y alcanzará un nivel de confianza ante la gente que muchos adultos querrían para sí. Por no decir que cada vez que invites a amigos a cenar en casa el entretenimiento correrá a cargo de un mago de primera que no te cobrará un céntimo.
Creo que para un niño no hay mejor pasatiempo que la magia. Las lecciones que se aprenden con ella no tienen precio. Estas son algunas de las más importantes:
Confianza. Cada juego de magia es un proyecto en el que hay que aprender, ensayar, perfeccionar, y luego actuar delante de gente. Es un proceso que, una vez culminado, produce gran ilusión y una intensa sensación de haber logrado algo relevante. Todo ello hace que aumente la confianza en uno mismo, tanto para hablar en público como para saber que se es capaz de llevar un proyecto a buen puerto.
Un talento oculto. Que a tu hijo le guste la magia no significa que vaya a ser profesional o a dejar la universidad para irse con un circo. Muchos de los mejores magos que conozco actúan solo en su tiempo libre para sus familias y sus amigos. Otros han encontrado la forma de combinar la magia con sus trabajos y presentan efectos para romper el hielo con los clientes, cerrar una venta, o ganarse el favor de un tribunal. Mi padre es dentista y usa la magia para tranquilizar a los niños a los que atiende en su consulta. La magia es un recurso magnífico para conocer a gente, hacer amigos y, con la práctica, hasta para entrar en la programación de espectáculos de tu ciudad.
Hablar en público. Es lo que da más miedo a la gente. En serio. Está por encima del miedo a ahogarse o a que a uno le caiga un rayo. Tanto si tu hijo aspira a ser el próximo David Copperfield, abogado, maestro de escuela, o político, en casi todos los trabajos tendrá que hablar delante de otras personas. Nada como la magia para aprender a hablar en público, a improvisar sobre el escenario, y a adaptarse a situaciones imprevistas.
Amor por la lectura. Con tantas distracciones digitales, hoy en día es difícil enseñar a un hijo a amar la lectura. Mis padres intentaron durante años animarme a leer todos los días una hora antes de acostarme, pero fue inútil. No tuve interés por la lectura hasta que descubrí la magia. Con el tiempo, aquellas ganas de leer me hicieron conocer muchas otras materias, pero empezaron porque todos los grandes secretos de la magia están escondidos en libros, y si quieres ser un buen mago tienes que desenterrarlos.
La magia no solo cambió mi vida, sino que la define por completo. Con ella me gano la vida. En el mundo de la magia he conocido a mis mejores amigos. Me ha llevado por todo el mundo y es lo primero y lo último en lo que pienso cada día. Este libro marca el comienzo de tu primer día como asistente grande de un mago pequeño. Tu hijo está a punto de aprender el secreto de ilusiones muy misteriosas e ingeniosas, lo que equivale a decir que tú también. Verás que para este libro he seleccionado efectos de magia tan sencillos para un niño como engañosos para un adulto.
¡Bienvenido al espectáculo!
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